Cristina Fernández de Kirchner encabezó este martes una reunión clave con senadores nacionales del bloque Unión por la Patria en la sede del Partido Justicialista, en la Ciudad de Buenos Aires. La cita se dio en el marco de una creciente tensión política ante la inminente decisión de la Corte Suprema sobre la causa Vialidad, que podría confirmar su condena a seis años de prisión.
El encuentro comenzó a las 10.30, la misma hora en la que los jueces del máximo tribunal se reunían para definir el fallo que marcaría el futuro judicial —y político— de la exmandataria. Consciente del momento crítico, Cristina busca blindar al peronismo con una consigna clara: sostener la unidad y preparar el terreno ante la posibilidad de quedar fuera de juego electoral.
Durante la reunión, Cristina enfatizó la necesidad de dejar de lado las diferencias internas. «Lo único que escucho es ‘qué lugar me toca en las listas’. Déjense de joder de una vez por todas», lanzó, visiblemente molesta. Y remarcó: «No importa el nombre, importa la unidad».
Según trascendió, la expresidenta instó a los senadores a asumir un rol protagónico si su condena se confirma y el partido queda “descabezado”. El objetivo: mantener la cohesión del espacio y evitar un escenario de dispersión frente al gobierno de Javier Milei.
Uno de los gestos políticos más relevantes de las últimas horas fue la participación del gobernador bonaerense Axel Kicillof en el acto del lunes en la sede del PJ. La presencia del mandatario, con quien Cristina venía manteniendo un vínculo frío, significó un paso hacia el reencuentro. Según confirmaron fuentes del entorno, ambos conversaron por teléfono y luego se reunieron personalmente tras meses de distancia.
En el marco de esa recomposición, Cristina aceptó acompañar la candidatura de Kicillof, aunque sigue sin estar de acuerdo con la decisión del gobernador de desdoblar los comicios provinciales. Acordaron armar una mesa de trabajo electoral de cara a septiembre.
Por otro lado, también hubo contactos con Sergio Massa. El exministro de Economía y excandidato presidencial habló por teléfono con la exmandataria, y desde su entorno no descartan un pronunciamiento público del Frente Renovador si la Corte avanza con la ratificación de la condena.
Durante el acto del lunes en la sede de la calle Matheu, Cristina Kirchner lanzó un fuerte mensaje ante la posibilidad de una orden de detención. «¿Creen que van a solucionar esto metiéndome presa? ¿Le van a aumentar el salario a los argentinos? ¿Van a financiar escuelas y hospitales? ¿Van a pagar la deuda con el FMI?», disparó, en un discurso cargado de tensión política.
Además, aseguró que detrás del proceso judicial hay una intención de “proscribir” a la principal dirigente opositora. “Esto es un pedido de los grupos económicos ante el agotamiento del modelo libertario”, afirmó.
Según trascendió, el juez Jorge Gorini, integrante del Tribunal Oral Federal 2 que la condenó en primera instancia, ya validó instalaciones en una dependencia de la Policía Federal para una eventual detención. La información fue interpretada en el entorno de CFK como una señal de que la sentencia del máximo tribunal es inminente.